Mini reseña escrita para el catálogo de Bafici sobre el documental de Daiana Rosenfeld. Porque si hay anarquismo, me llaman.
Puede que desde el nombre lo suyo haya sido una fatalidad más que una fortuna, una manifestación. Salvadora Medina Onrubia de Botana merecía un documental dedicado a su vida y no resulta inesperado que la encargada tras la producción sea Daiana Rosenfeld quien también fuera la responsable de Los ojos de América, la crónica sobre Severino Di Giovanni.
Como mujer anarquista, Salvadora Onrubia fue quien medió con el presidente Yrigoyen para lograr el indulto de Radowitzky haciendo honor a su nombre. No pudo hacer lo propio con su hijo, su querido Pitón, quien se disparó frente a sus hermanos tras una disputa con su madre. Y ya, la poeta, la militante, la periodista y escritora, la feminista a ultranza y librepensadora abrazó la soledad sin otro interés. Su intensa y desgraciada vida está perfectamente delineada por Rosenfeld quien logra recrear una época negra de Argentina donde la moral cívica era fundamental a la hora de la acción social. "El anarquismo salvará al mundo", sentenció idealista convencida Salvadora, salvadora.
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