Publicado en Le Monde Diplomatique, junio, 2022
Chavs - La demonización de la clase obrera, Owen Jones (Capitán Swing)
Cómo definir chav en español. Veamos. Chav -o charver- es un término despectivo aplicado al joven británico con origen en la clase trabajadora más baja. Un calificativo peyorativo sobre todo al adolescente o joven frecuentemente desempleado o con un trabajo muy mal pago. Hurgando etimológica y antropológicamente se estima que se originó de la lengua romaní, como el español chaval. Un lumpemproletariado, en palabras marxistas, un white trash estadounidense.
Nacido en Sheffield, el autor Owen Jones pasó su infancia en Stockport, en las afueras de Manchester, un lugar muy lejos del Paraíso. Los estudios de grado lo llevaron a Oxford, donde se licenció en Historia. Antes de su carrera en los medios, Owen trabajó como investigador sindical y parlamentario; además de hacerse conocido como comentarista político, autor y columnista, tanto en The Independent como en The Guardian; en ambos ha sido redactor sobre los desarrollos del gobierno. En este libro, revelador, expositor de una realidad muy alejada de la que se tiene de Inglaterra, Jones emprende loca carrera desde los vestíbulos de Westminster hasta las salas de redacción. Más que un ensayo, el autor deja en estas casi 400 páginas, un manifiesto para una Gran Bretaña socialista como adición sustancial a los escritos políticos de izquierda más actuales.
Esta controvertida palabra -o hasta idea- como chav, y sus connotaciones político-sociales más amplias están perfectamente delineadas por Jones que ha escrito, no un libro de desmitificación que establece el mundo correcto sobre lo que es o no un chav, sino un
recordatorio de la satanización institucional de la clase obrera.
El chav, además, se viste de un modo muy destacado, hasta llega a marcas como Burberry -no accesibles a la clase obrera-, y habla de un modo casi inentendible, si se quiere, como el romaní. ¿Ejemplo? El personaje de Vicky Pollard de Little Britain interpretado por Matt Lucas. El punto, sin embargo, no es que la gente de la clase trabajadora puede ser reducida al estatus de un chav sino la ideología mítica de la aspiración, considerando que los Tories (conservadores) hasta el “socialismo” de Blair ha despojado a la clase obrera de su orgullo trabajador.
Cuenta Jones, entre tantas realidades, que hay gimnasios de alta gama que se promocionan como “despojados” de chavs pretendiendo que la clase alta no se preocupe por mezclarse con esta clase social. Los prejuicios de clase ya no se combaten simplemente en la línea de pobres y ricos sino que ha surgido una situación en la que la satanización de la clase trabajadora ha creado un ellos y nosotros dentro de una misma comunidad. Un fenómeno asolador si se quiere, que sin calificar de racista sí resulta rayano al efecto. Desvelando la ignorancia y el prejuicio se retrata aquí una realidad más compleja: el estereotipo es utilizado por el poder como pantalla para evitar comprometerse con los problemas socioeconómicos y justificar el aumento de la desigualdad.
Un estudio sociológico, sin dudas, donde el marco teórico es la realidad misma del pobre, del obrero con el salario más bajo y sin posibilidades de crecer, de ahí lo aspiracional.
Lala Toutonian