Groupies, la otra cara del rock
"La mujer es indispensable para el rock"
Por Lala Toutonian para revista Playboy
Es vox populi que el axioma por antonomasia del mundo de la música más rebelde reza "sexo, drogas y rock & roll". Los tres ingredientes que amalgaman una fórmula explosiva. Hoy, nos ocuparemos de una de las partes: ¿qué sería del rock sin las mujeres? Será la adrenalinda vertida sobre el escenario que enciende la pasión, será el músico que muere por la fémina en el público; toda una química, sexual y amorosa, hace que las partes exploten juntas. Son chicas que gustan de rockeros, son los rockeros que gustan de las chicas, son el sexo en esta máxima: son las groupies.
El término "rock & roll" comenzó a utilizarse como eufemismo de "tener sexo" en la década del 50 por los negros blueseros, esos primeros rockers. Sil IH, una amazona argentina desde su mirada hasta la postura corporal, comienza destacando, y no sin razón, que el prototipo de la groupie se encuentra en extinción. "Tuvieron su apogeo allá por los 70", certifica con rigor histórico, "quizá porque no sepan el verdadero significado: groupie deriva de group (grupo) y es la que busca intimidad emocional y sexual con el músico famoso. Hoy no saben qué significa el término y hay que buscar definiciones más adecuadas: son mujeres que son consideradas fans, seguidoras, fanáticas o acompañantes y hasta meretrices". Resulta muy particular su visión y su entendimiento de la precisión semántica -no en vano tiene una licenciatura en Ciencias de la comunicación, claro-, en tiempos donde todo puede tergiversarse y cualquier opinólogo emite juicio de valor.
El vínculo, estrecho, entre el músico y una mujer también tiene un carácter de construcción de códigos como la identidad entre ambas partes. De esta manera, el rock es una forma de vida, una forma de ser. El sentido de pertenencia y representación es fundamental a la hora del crecimiento, sobre todo en la adolescencia, se sabe. De ahí la importancia de reconocerse como entidad. El rock contiene la cuota transgresora suficiente de rebeldía como para poder oponerse a quien se enfrente. La identidad se construye a partir de diferentes representaciones culturales.
"Ante una gran diversidad cultural y gustos disímiles, en nuestra sociedad hay chicas que gustan de actores, deportistas, políticos y hasta convictos…Entonces, ¿cómo no enamorarse de esos guerreros que empuñando un instrumento dejan su sudor y su vida arriba de un escenario? Esto es consecuencia directa de tener un estilo de vida acorde con las ideologías rockeras y es natural que asi sea", continúa Sil IH, que prefiere preservar su identidad con justificada razón: "Curiosamente, no creo que exista una sola mujer sobre la tierra que vaya a presenciar el show de su ídolo y de tener la posibilidad, se resista a un encuentro con el mismo. Entonces todas somos un poco de eso en el fondo. Solo es cuestión de posibilidades". Dilapidante declaración.
Esta hermosa mujer, de profunda voz, con un look y una personalidad que no pasarían desapercibidos cuenta sobre sí misma: "Con respecto a mi historia personal, hace más de tres décadas que estoy sumergida en el mundillo de la música más extrema y no quisiera salir a flote nunca, sino seguir hundida en un infierno de acordes, hombres de pelo largo, cuero, sensualidad… Creo que no hay nada mas sexy que un roquero apuntándote con su instrumento o susurrándote al oído el estribillo de su hit de turno".
Contextualicemos esta fraternidad, si se permite, entre las partes: se necesitan para ser.
Los avatares de la vida groupie
El sexo no es una transacción por deafult y asegura que no cualquiera puede ser groupie: "Hay que tener una decisión férrea, paciencia, estómago, aguantarse desplantes, pasarse horas y horas bajo la lluvia en la puerta de un hotel, y usualmente no ser respetada por los congéneres. Esto no es lo mio, no lo fue, ni lo será, por el solo hecho que buscar un encuentro sexual nunca estuvo en mi lista de prioridades, porque me respeto como persona y sobre todo porque me gusta elegir y no que me elijan. Entonces, ya que las posibilidades siempre se me presentaron como por arte de magia, me incliné por conocer los aspectos más interesantes de la personalidad de una músico mientras bebemos una botella de whisky y hablamos sobre la vida. Así, siempre me sentí más cómoda oficiando de guía turística por los antros de Buenos Aires y siendo en definitiva, la compañera de juerga ideal".
Las crónicas aquí relatadas expresan una serie de subjetividades como método narrativo, sin dudas, pero no hay otro modo: es solo rock & roll y les gusta.
Siempre con el respeto como bandera, Sil IH se impone: "Como siempre creí, un no muchas veces logra más que un sí… Las estrellas creen tener el sí asegurado, y cuando se encuentran con lo contrario, les llama la atención. Así, gracias a esa atención, o tener un ángel guardián, suerte, buena estrella, de estar en el momento justo en el lugar indicado o que solo sea cuestión de un destino inmodificable, al día de hoy puedo considerarme una privilegiada, una enamorada de la vida y sus delicias y oportunidades".
Consecuentemente, a la groupie se la puede entender como una celebración cultural sin complejos de mujeres liberadas que se entrega por completo a una abstracción.
Anécdotas únicas del rock
No son solo noches de sexo anónimas, no es la única manera de relacionarse. Sin respiro, las mil y una noches de esta odalisca: "Fue Steve Jones de los Sex Pistols quien después de su perfomance en la mitica Halley, se preocupó de que su técnico me ubique entre la multitud y me invite a conocerlo. Seguirían llamadas de su secretaria a casa para invitarme a cenar y lo próximo que sé es que estábamos recorriendo las calles hollywoodenses… Hoy nos seguimos saludando en los cumpleaños.
La música me dio la oportunidad de conocer a Ronnie James Dio, la persona más dulce, humilde, generosa y caballerosa del planeta. Estuvo sentado con mi grupo de amigos en la explanada de la Plaza San Martin cantando a capella hasta las 6 de la mañana; luego compramos comida para alimentar a los perros callejeros que nos venían siguiendo... Cada vez que venia daba excelentes consejos y lecciones de vida. Una gran pérdida.
Lemmy… qué no recordar de él. Lemmy Kilmister vivió al extremo y con él me inicié como guía turística. Un bar rockero cerca de Constitución, Halley, Margarita, New Order, Riders, el Roxy. Pisaba suelo argentino y me consultaba adónde ir. Obviamente nos deteníamos cuando ya era de dia y consideraba que debía volver a jugar a los jueguitos".
Sil IH destaca los espacios abiertos al rock que fueron silenciosos protagonistas de tanta estrella junta: "Lo bueno es que cada época tuvo una disco o bar propicio dispuesto a agasajar a los músicos y a mi grupo de amigas, siendo el factor común la búsqueda de diversión y alcohol. Parecíamos casi un comité de bienvenida como alguien graciosamente definió, pero más preocupadas porque el trago tuviera más ron que por conseguir la púa de determinado fulano. La mágica ecuación es tratar a todo el mundo por igual y si sos fan, te lo guardás. Así, por nombrar algunas salidas: Halley recibió a Skid Row, Motörhead, Extreme, Accept. En La Cruz, los Metallica organizaron una zapada junto a músicos locales, y por sus instalaciones pasaron Bad Religion, Biohazard, Sepultura, Kreator y Kiss entre otros. Hacia La Negra fuimos con Testament, Megadeth, Paradise Lost, Marilyn Manson y cómo olvidar a Pantera, quienes mientras la policía allanaba el lugar seguían muertos de risa y sin poder parar … fueron nota de los principales periódicos locales. Hasta oficié de anfitriona en mi propia casa con WASP, Sepultura, Kreator, Moonspell, Carcass, Brujería, Napalm Death y algunos más. Es por eso que después de infinitas y buenas experiencias vividas puedo considerar a muchos músicos como verdaderos amigos o buenos conocidos".
¿Viajes? Por supuesto. Semejante red de contactos la llevó a conocer el mundo: "Y gracias a esa amistad accedí a conocer lugares increíbles e inimaginados concurriendo a los festivales que se realizan allí: Bruttal Assault en Republica Checa, Wacken y With Full Force en Alemania, Metalcamp en Eslovenia, Big Four en Rumania y tantos otros, ¡ni hablar de los Cruceros de Metal, mi último gran fetiche!".
Ellas saben qué quieren los músicos, los conocen en la intimidad: "La gran mayoría disfruta conocer la ciudad, sus costumbres, la noche, las mujeres; los menos se refugian en sus habitaciones sin dar pruebas de vida y otro porcentaje prefiere reunirse en el bar del hotel o hacer reuniones en alguna habitación. De todas maneras, a través de los años hay más tranquilidad, el tiempo inexorablemente nos va cambiando, la agotadora vida de gira y la noche van causando estragos y uno está cansado, gastado. Nuevas bandas están tomando lugares y está perfecto que así sea. En definitiva, lo que queda son los recuerdos y las anécdotas, y gracias a esta forma de adicción por la música, soy una agradecida de la vida, ambas me dieron la posibilidad de recorrer las calles de Rumania buscando vampiros junto a la gente de Slayer, Metallica, Testament y Anthrax; me permitieron participar de una obra de teatro imaginaria cuyo director era Zakk Wylde, y de observar a Marilyn Manson encerrado una noche completa adentro de un placard. Volver en el micro de Exodus por algún camino perdido de República Checa y que la policía nos demore durante horas... Estuve en un bar gay en Hamburgo con los Obituary. Recuerdo después de su show en Obras, caminar desde el hotel hacia La Cruz con Deicide, Cannibal Corpse y Ratos de Porao y sentir que la percepción iba cambiando porque alguna mano anónima sometió las botellas de cerveza a dosis de LSD directamente es incontable en palabras".
Love is all you need
Desde ya que la groupie puede ser considerada como un fenómeno social. Como decíamos más arriba, las partes -el músico, la groupie- se necesitan para ser tales.
Según Robert Plant, la voz de Led Zeppelin: "están aquellas fans que quieren un pequeño encuentro sexual con nosotros y luego están aquellas que nos adoptan por todo un tour cuidando de nosotros, de nuestras drogas, vestuario, objetos de valor y vida social". Eso mismo: no olvidemos que primero son fans. El/la fan merece un reporte diferente: cómo la pasión por esa representación cultural -o contracultural, en rigor lingüístico ya que nos referimos al rock- los/las anima hasta la cama. El machista, el conservador, las verá como la degradación de la mujer, aunque eso es extensivo a cualquier campo.
Algunas fuentes atribuían la creación del término "groupie" a Bill Wyman, el impertérrito baterista de The Rolling Stones, en una gira por Australia en el año 1965, pero él asegura que "mis compañeros de banda usaban otros términos para referirse a las chicas que nos seguían". (Inserte aquí puntos seguidos...) Fue por aquellos años, tan locos los sesenta, tan psicodélicos y llenos de drogas nuevas, que la prensa prestó atención a este fenómeno -chicas locas de amor por los músicos- y la revista Rolling Stone dedicó páginas sobre ellas, y otra muchas revistas , como la afamada Time, se plegaron a lo mismo. Pedir que nos despojemos de falsos moralismos en estos tiempos debería ser obsoleto pero las viejas costumbres no mueren fácilmente y siempre habrá voces que disientan. No son estos tiempos fáciles de explayarse en áreas donde la mujer es protagonista y según algunos, denigrada. La violencia machista es una maldita realidad y se va la vida de las mujeres en eso. Muchas de estas groupies que detallamos con tanta precisión han empezado a saltar en las camas de las rockers siendo muy jóvenes, como los open minded setentas requerían: hoy estaría visto, y con razón, como una aberración. Así que démolse una vuelta más romántica, si se quiere, más "volada" y pensemos en los músicos como aportes culturales y las chicas, a las groupies, como musas.
Nuesta protagonista anónima concluye: "Como argentina, lo que pretendo es que los músicos que escuché durante tantos años, tenga buenas experiencias en nuestro país, se enamoren sutilmente de estas tierras y reafirmen la idea de que las rockeras nativas son diferentes y especiales y tienen esa esencia, ese ángel que no se encuentra casi en ningún otro lugar. La mujer en el rock es indispensable, tanto como musa inspiradora, compañera, amante, novia, esposa… El mundo se mueve a través del amor y el rock no es la excepción. Amor, pasión, deseos, un entramado de sensaciones que van a la par de esta música y que al juntarse provocan explosiones que pueden llegar a la eternidad. Pero esa ya es otra historia… más difícil de revelar", concluye con la sonrisa enorme, esa misma que ha conquistado y desarmado a los rockeros más duros.
Groupies famosas
Tura Satana -musa de Russ Meyer-, la primera y única, la que se acostó con el Rey, con Elvis Presley.
La ¿actriz? Pamela Anderson conoció íntimamente a Tommy Lee (y todos conocimos las intimidades de estos dos gracias a un video que, oh, se hizo público), Kid Rock, Vince Neil, Fred Durst.
Savannah, estrella porno, se acostó con Axl Rose, Billy Idol, Slash, David Lee Roth. Murió a los 24 años tras dispararse en la cara que se le había desfigurado por un accidente.
La bella Carmen Electra perdió su virginidad rockera con Prince a los diecinueve años. Siguieron la madre de las riot grrrls Joan Jett, Kid Rock, Dave Navarro, Tommy Lee, Rob Patterson.
Courtney Love asegura haberse acostado con Ted Nugent. Además de ser la viuda de Kurt Cobain, pasaron por sus sábanas Billy Corgan, Evan Dando, Trent Reznor, Liam Gallagher.
Sable Starr: de las primeras groupies. "Debutó" con Iggy Pop y siguieron Robert Plant, Rod Stewart, Alice Cooper, Marc Bolan, David Bowie. Los Stooges, la banda de Iggy, le teñían el pelo púbico de verde y la mandaban a nadar desnuda en la pileta del hotel porque les gustaba "el efecto visual que provocaba".
Connie Hamzy aseguró haber tenido un affaire con Bill Clinton pero no solo éste lo negó sino que ya no le quedaba espacio para escandaletes sexuales (remember Monica Lewinsky). Sí anduvo con Neil Diamond, Rick Springfield, Van Halen, Huey Lewis y Fleetwood Mac.
Marianne Faithfull devino famosa cantante y actriz luego de haber sido novia de Jagger aunque ella garantiza que la mejor noche de su vida la tuvo con Keith Richards. Inmersa en el mundillo del rock desde temprana edad, cuenta la leyenda que la sobredosis sufrida por Jim Morrison en el momento de su muerte fue administrada por el novio del momento de la Faithfull.
Pamela Des Barres estuvo con Jimi Hendrix, Jim Morrison, Frank Zappa, Mick Jagger, Keith Moon. Steven Tyler. Escribió su autobiografía con deliciosas historias: "I'm with the band: Confessions of rock's greatest groupies". Hoy es pastora protestante y madre de Liv Tyler -aunque siempre mantuvo que su amor fue Brian Eno: "Prefiero a los hombres con cerebro").
Cynthia Plaster Caster también fue de las primeras en acercarse a los músicos en la década del 60: Hendrix, Zappa, Wayne Kramer, Jello Biafra. Es escultora y se caracteriza por recrear en arcilla los penes que ha conocido.
Pattie Boyd se casó con George Harrison y luego con Eric Clapton, pero antes fue íntima de Jagger y Ron Wood.
Nico, la musa de Warhol y Lou Reed, fue compañera de Jim Morrison cuando éste se separó. Y cuando volvió con su esposa, Nico, que había teñido su cabellera de color rojo en representación de su amor por él, lo mantuvo hasta el día de la muerte del cantante de los Doors.
Nancy Spungen siguió tanto a los Pistols, que ganó a Sid Vicious por cansancio. Una tormentosa relación excedida de drogas, los llevó a un trágico final en el Chelsea Hotel de Nueva York.
Kate Moss, una de las modelos favoritas de los 90, tiene particular predilección por los rockeros: la vimos tomando cocaína en un camarín de The Libertines cuando salía con el polémico Pete Doherty -lo que le costó su trabajo con Burberry- y hasta se casó con Jamie Hince, el guitarrista de The Kills.
Lo que importa
También tenemos, gracias a las groupies, el top 4 de los pitos más grandes, a saber:
Gene Simmons, bajista de Kiss (hay que tener estómago); Iggy Pop (¡obvio!), Steven Tyler de Aerosmith (se le nota), y Mick Jagger (también lo sospechábamos).
Algunas canciones donde fueron inmortalizadas estas féminas tan especiales: "Famouse groupies" de Paul McCartney, "Norwegian wood" de los Beatles, "Dolly Dragger" de Jimmy Hendrix (que se habrá cansado de dormir con groupies), "Ruby Tuesday" de los Rolling Stones (otros...) y "Leopard skin pill box hat" de Bob Dylan.
"Wild horses" de los Stones habla de una sobredosis y cuenta la historia que Marianne Faithfull, de novia aún con Jagger, quedó embarazada, perdió al bebé e intentó suicidarse. Tras ser internada por sobredosis, Mick le dijo que no se preocupara, que todo saldría bien. "Wild horses couldn't drag me away" ("los caballos salvajes -en referencia a la heroína- no podrán llevarme a la fuerza") contestó la Faithfull y así quedó la línea de la canción.
Comments