Corazones en llamas/Historias del rock argentino en los 80
Laura Ramos/Cynthia Lejbowicz
(Buenos Aires, 2016. Aguilar) Publicado en RockEnOn
Por Lala Toutonian
El libro para leer sin señalador: uno se sienta y lo lee hasta el final sin concesiones. Pocas reediciones celebramos más que esta. Las autoras encadenan una serie de anécdotas a las que han tenido un acceso único de intimidades de las grandes celebridades del rock.
Eran los 80, era otro momento muy diferente al que transitamos hoy: el rock no estaba politizado ni futbolizado, el músico era una estrella. Así, grandes valores de hoy y siempre como un Gustavo Cerati o un Charly García o un Andrés Calamaro eran (son) adorados por su aporte cultural. ¿Qué Corazones en llamas es el primer libro de rock? Quizá, pero no tan poco. Lo cierto es que lo traspasa gracias a una narrativa digna de algún autor beatnik: cualquier nimiedad se vuelve épica.
Buenos Aires me mata, la columna de Laura Ramos en el suplemento Sí! de Clarín de ese tiempo, ya había cambiado el modo de ver el rock, y la manera de narrarlo. No era una crónica, era un pasaje shakespereano. Sin mantener rigurosamente esta estructura, sí la ficción se cuela fantasmagóricamente entre los sucesos protagonizados. Se traduce un gran trabajo de investigación periodística de un lado, y una capacidad inmensa de relatar novelísiticamente la muerte de Federico Moura, por ejemplo, o las noches del Parakultural con los delirios de Batato.
Cuenta la leyenda –permítanme subir al vuelo que desprende Corazones en llamas- que Ramos y Lejbowicz barajaron febrilmente una y otra posibilidad de título para este libro. No podía ser otro: el corazón como simbolismo del núcleo, centro del alma; y las llamas como el ardor, la luz de una existencia que así vuelta cenizas, renació.
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